Si quieres deshacerte de los temidos ácaros tienes que dejar la cama sin tender, según un estudio de Kingston University. Las condiciones húmedas y tibias de una cama tendida permiten que estos microorganismos crezcan y se reproduzcan, mientras que si tu cama está regada las condiciones son más secas y propician que los ácaros se deshidraten y mueran.
Estos animalitos se alimentan de las escamas de la piel, y producen alérgenos que son inhalados mientras duermes. En una cama puede haber 1.5 millones de ácaros en promedio de acuerdo con los datos de la BBC.
En una próxima fase del estudio se instalarán los microorganismos en unas 36 casas del Reino Unido, y se investigará cómo las rutinas de las personas influyen en las poblaciones de los arácnidos.
Los ácaros son detonantes de las alergias respiratorias y del asma, y el estudio podría ayudar para que se diseñen casas con ambientes más saludables. Sin embargo, el profesor Andrew Wardlaw argumenta que “la mayoría de casas en el Reino Unido son suficientemente húmedas para que los ácaros sobrevivan, por lo que cuesta creer que no tender la cama puede impactar la humedad en general”.
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