En 2003 el hallazgo de un esqueleto momificado en el desierto de Atacama, en Chile, sorprendió a todos por sus extrañas características que lo hacían parecer un alienígena.
La momia medía apenas seis pulgadas, tenía huesos muy delgados y una cabeza alargada con ojos ovalados y mandíbula prominente, y convenció a muchos de que no se trataba de un ser humano sino de algo más.
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El cuerpo, que fue hallado en la comunidad de La Noria, cerca de una iglesia, pronto fue extraído y un millonario lo compró, como una prueba inminente de que los extraterrestres existen.
La momia incluso inspiró la creación de un documental llamado "Sirius", en el que se habla de teorías conspirativas de los aliens sobre la raza humana.
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Sin embargo, después de varios años de analizar al cuerpo y de una contundente prueba de ADN, los científicos determinaron que en realidad se trata de una niña humana que murió posiblemente al nacer o poco tiempo después del parto.
En el artículo publicado en Genoma Research el doctor Garry Nolan de la Universidad de Stanford explicó que un grupo de investigadores ha estado estudiando el esqueleto durante los últimos años, e incluso abrieron el cráneo para ver qué había dentro y tomaron una muestra de una de sus costillas para verificar su composición.
Foto: Sanchita Bhattacharya/Universidad de California San Francisco
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Fue así como por fin confirmaron sus sospechas de que se trataba de un bebé humano y no de un extraterrestre.
Nolan agregó que ahora, lo que le sigue interesando a la comunidad científica es el descifrar la causa de sus deformaciones, y la forma en la que vivían las personas en el desierto de Atacama.
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