El pasado 15 de enero Kim Kardashian y Kanye West se convirtieron en padres por tercera ocasión, esta vez de una encantadora y saludable nena.
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Sin embargo, el embarazo y parto de la nueva integrante del clan Kardashian no fue para nada similar a lo que ocurrió con North y Saint, ya que Kim optó por pedir ayuda a otra mujer para gestar a su bebé.
Por medio de su sitio web, la empresaria compartió detalles de esta experiencia, criticada por muchos, y confesó que no fue nada sencillo atravesar por este proceso.
La más popular de las Kardashian explicó que debido a sus problemas médicos en sus embarazos anteriores los doctores le indicaron que un nuevo embarazo sería muy riesgoso para su vida y la del bebé, por lo que exploró otras opciones junto a su esposo.
Así fue como tomaron la decisión de recurrir a una “portadora gestacional”. En su texto, Kim explicó que no se trata de un vientre subrogado, ya que el óvulo fecundado de la socialité fue implantado en la mujer que eligieron, por lo que su hija tiene los genes de la famosa pareja.
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“Buscar a una ‘portadora gestacional’ fue una experiencia muy interesante. Puedes elegir a alguien que conozcas, o puedes hacerlo por medio de una agencia, como Kanye y yo… ellos verificaron todos los antecedentes, consideraron la historia médica de nuestra ‘portadora gestacional’ y se aseguraron de que tanto ella como nosotros nos sintiéramos cómodos”, explicó Kim.
Pero, aunque suena muy sencillo, la estrella de TV confesó que fue complicado no poder llevar a su propio hijo en el vientre: “La gente cree que es mejor porque no debes lidiar con los cambios psicológicos, dolor o complicaciones en el parto, pero para mí fue muy duro no poder cargar a mi propio hijo, sobre todo después de haberlo hecho con North y Saint”.
También aprovechó su publicación para agradecer a la mujer que hizo realidad su sueño de ser madre nuevamente, “Nuestra ‘portadora gestacional’ nos dio el mejor regalo que se puede recibir. El sentimiento después de todo este proceso es muy gratificante”.
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