Durante una entrevista en el programa "The Graham Norton Show", la actriz contó una anécdota que pasó durante el rodaje de "The Hunger Games” en Hawái.
Jennifer Lawrence confesó que durante la grabación de la película estuvo a punto de matar a uno de los encargados de sonido de la cinta.
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La actriz comentó que el incidente pasó mientras se rascaba el trasero con unas rocas porque el traje que llevaba puesto le picaba mucho.
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“En Hawái tienen ‘rocas sagradas’ y no puedes tener contacto con ellas, mucho menos sentarte sobre ellas porque estas no pueden estar en contacto con tus genitales. Pero la verdad es que servían para rascarme el trasero”, comentó la actriz de 26 años.
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