La semana pasada, Kim Kardashian se encontraba en París para la semana de moda, “Fashion Week”, con sus hermanas Kourtney Kardashian y Kendall Jenner. Su domingo había empezado bien tras el desfile de Balenciaga; sin embargo, su noche terminó con un atraco a mano armada dentro de su residencia parisiense.
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Según TMZ, Kim estaba acostada cuando escuchó pasos en el apartamento. Después, vio un hombre con máscara y otro con un sombrero de policía a través de una puerta de cristal y trato de contactar a su guardaespaldas, Pascal Duvier, quien estaba cuidando a sus hermanas en otro sitio. Antes de poder marcar el número, le arrebataron el teléfono, le ataron las manos con unas esposas de plásticos y cinta adhesiva y la pusieron en la bañera.
Kim creía que iba ser violada y le gritaba a los hombres que no la mataran porque tiene hijos y que tenía dinero y podían llevarse lo que quisieran, de acuerdo con TMZ.
Kardashian dijo que los hombres sólo hablaban francés y lo único que entendió era que le decían “Ring, ring”, en relación al anillo de compromiso que le dio su marido Kanye West.
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Simone, amiga de Kim, estaba durmiendo y se encerró en el baño al escuchar los gritos para contactar al guardaespaldas y a Kourtney.
Los hombres enmascarados se llevaron joyas avaluadas en 10 millones de dólares, incluyendo su anillo de matrimonia de 4,5 millones.