Un cliente te pide cambios en el trabajo entregado, tu jefe te solicita que te quedes hasta más tarde el viernes o un compañero pregunta si puedes ayudarlo a armar una presentación. En la oficina, es usual encontrarse en situaciones en las que nos piden algo. ¿Qué sucede cuando queremos decir que no? Si a veces te resulta difícil dar esa respuesta, descubre los posibles motivos ¡y cómo conseguirlo!
Por qué nos cuesta
Uno de los motivos por los que se nos dificulta el "no" podría ser el miedo al conflicto, señala F. Diane Barth, trabajadora social, en la revista Psychology Today. Como humanos, no nos gusta que otros se enojen con nosotros o nos critiquen. Por eso, a veces evitamos decir que no, para no crear posibles problemas con nuestros colegas o jefes.
Otra razón podría tener que ver con no querer decepcionar a quien nos hace el pedido, indica la experta. Además, negarse a cumplir lo que pide un cliente, jefe o colega podría generar culpa o ansiedad, detalla Harvard Business Review. Muchas veces, podríamos decir que sí solo para evitar esos sentimientos.
Cómo decir que no
Ahora que sabes por qué te cuesta el "no", ¡es hora de aprender a decirlo! Checa algunos consejos de la revista Forbes:
- Tómate un tiempo para reflexionar, antes de contestar. Procura calcular cuánto tiempo te tomará cumplir con el pedido y qué ventajas y desventajas podría tener para ti.
- Ofrece una alternativa. En vez de decir que no y nada más, pregunta si puedes ayudar de otra manera u ofrece hacerlo en otro momento.
- Mejor en persona. En lo posible, contesta en persona, ya que en los correos electrónicos u otros medios virtuales se pierde el tono y puede haber confusiones.
- Evita los detalles. Al decir que no, da una explicación corta y sencilla. Si expones todos tus compromisos y tareas pendientes, tu jefe podría cuestionar cuán importantes son o cuán ocupado estás en realidad.
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