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4 experimentos para niños ¡ideales para el verano!

No dejes que tu pequeño científico se aburra durante las vacaciones. Checa 4 experimentos para proponerle a tu hijo.

El verano es el momento ideal para que los niños descansen, jueguen ¡y hagan experimentos científicos! Estas actividades no solo los mantienen entretenidos, sino que les permiten seguir conociendo y aprendiendo aunque no vayan a la escuela. Toma nota de cuatro ideas súper divertidas.

Pregúntale al grillo

El "canto" de los grillos es un clásico del verano. ¿Sabías que es posible calcular la temperatura contando ese sonido? Para grados Farenheit, cuenta la cantidad que producen en 14 segundos y luego suma 40 a ese número, dice The Old Farmer's Almanac. Para grados Celsius, cuenta la cantidad durante 25 segundos, divide por 3 y luego suma 4. En ambos casos, obtendrás la temperatura actual.

Bloques y sombras

Este sencillo experimento solo requiere que haya un día soleado, según Lemon Lime Adventures. La actividad consiste en armar torres y otras estructuras con bloques y predecir cómo será la sombra que proyectarán al encontrarse bajo el sol. Luego de armarlas, coloquen las estructuras al sol, en la acera, y muévanlas para ir modificando la sombra. Es súper divertido hacer cambios e intentar anticipar cómo lucirá la sombra, además de trazar su silueta con crayones.

Pistola de agua con colores

Las pistolas de agua son un juguete infaltable durante el verano ¡y ahora también permiten hacer un experimento! En una fuente para horno grande, coloca colorante para alimentos de distintos colores en pequeños círculos, distribuidos al azar sobre la superficie, se indica en No Time for Flash Cards. Cubre con bicarbonato de sodio. Llena la pistola con vinagre. Dale a tu hijo gafas protectoras y pídele que comience a dispararle a la fuente. Empezarán a emerger burbujas de colores inesperadas, ¡increíble!

Hielo pegajoso

Muéstrale a tu niño cómo convertir un trozo de hielo ¡en pegamento! Para hacerlo, coloca un cubito de hielo en un vaso con agua. El hielo flotará. Apoya un cordel húmedo sobre la superficie del vaso, asegurándote de que toque el hielo. Si levantas el cordel, el hielo permanece dentro del agua. ¿Cómo lograr que se peguen? Vuelve a apoyar el cordel y echa sal encima. Espera un minuto y vuelve a levantarlo: el hielo quedará pegado a la cuerda.

¡Y eso no es todo! Comparte con tu niño 5 fascinantes datos sobre el cerebro humano.

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