La ciencia ha desvelado miles de misterios a través de los últimos siglos. Pero aún existen fenómenos que esperan, pacientes y en las sombras, una explicación lógica. Estos son apenas cuatro de ellos, que acumulan muchas teorías pero pocas certezas.
#1. Las migraciones animales
Cada año, muchas especies viajan miles de millas por aire, tierra o mar. Los motivos son más o menos simples y conocidos: comida, un entorno propicio para reproducirse o factores climáticos, señala el portal LiveScience.
La gran duda es cómo saben dónde van, sin perderse. Existen muchas teorías; por ejemplo, en el caso de las aves, se cree que “navegan” la Tierra basándose en su sentido del olfato o en marcas visuales en el terreno.
Para muchos científicos, los animales guardan en su código genético directivas relacionadas con cuándo y dónde migrar, aunque todo sigue siendo muy misterioso.
#2. Luces durante los terremotos
Se trata de “flashes” blancos o azulados, que anteceden grandes terremotos y duran varios segundos, explica el portal Mother Nature Network.
Si bien se los reporta desde hace cientos de años, no fue hasta 1960 que los científicos comenzaron a tomarse en serio estas misteriosas luces. Al parecer, podrían deberse a elementos que emergen antes de los terremotos, que alteran la carga eléctrica natural de las rocas, haciendo que brillen.
#3. La intuición
Las madres sabemos bien de este “sexto sentido”. Una sensación en la base del estómago de que algo va mal. Pero, más allá de las mamás, todos hemos experimentado seguramente alguna vez el curioso fenómeno de la intuición, que nos da aviso de un problema.
Pues bien, los psicólogos no se explican por qué sucede, indica LiveScience. ¿Será que tomamos, subconscientemente, información y pistas del mundo, que nos ayudan a analizar o a saber cosas? ¡Es un misterio!
#4. Zumbidos extraños
Desde Canadá, hasta Nuevo México, Escocia y Nueva Zelanda, un sonido constante, de baja frecuencia, ha desquiciado a miles de personas, al menos, desde 1960. Según la revista Cosmos, quienes lo escuchan (un 2% de la población) lo describen como el ruido que hace el motor de un tractor detenido.
Los tapones para los oídos no logran bloquearlo, cobra intensidad por la noche, y es más común en zonas rurales y suburbanas. Existen teorías de todo tipo, que apuntan hacia alienígenas, transmisiones radiales o fenómenos geológicos. Espeluznante, ¿no crees?
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