Chuparse el dedo es parte habitual de la primera infancia. Muchos padres, sin embargo, podrían querer desterrar esta “mala costumbre”. Descubre qué hay detrás, ¡y qué podrías hacer!
El alivio detrás del hábito
“Chuparse el dedo es un hábito apropiado y útil para los niños muy pequeños. Les permite consolarse y entretenerse solos”, explicó la pediatra Linda Goldstein, al sitio WebMD.
Es más: los menores de 5 años no deberían ser presionados para dejar de chuparse el dedo. La mayoría dejarán de hacerlo por su cuenta, antes de comenzar el kínder, agrega el portal.
Pero, si te inquieta esta costumbre en tu pequeño, y quieres ayudarlo a dejar el hábito:
1. No lo regañes. Mejor, elógialo por no chuparse el dedo, recomienda la Asociación Dental Americana (ADA).
2. Averigua qué hay detrás. Los niños suelen chuparse el dedo cuando se sienten inseguros. Enfócate en corregir la causa de su ansiedad y bríndale consuelo, añade la institución.
3. Desvía su atención. Identifica en qué circunstancias tiende a llevarse el dedo a la boca y distráelo con otra actividad, sugiere el sitio BabyCenter.
• ¿Lo hace al mirar TV? Ofrécele una bola de goma para apretar o peluches con los que jugar.
• ¿Cuando está cansado? Déjalo dormir un poco más de siesta.
• ¿Ante la frustración? Ayúdalo a poner sus sentimientos en palabras.
4. Guíalo para que sea autoconsciente. Particularmente si es más grandecito y sigue chupándose el dedo, cuando lo veas hacerlo pregúntale: “¿Sabes que tienes el dedo en la boca?”. Si responde que no, “ayúdalo a reconocerlo y a encontrar otra forma de hallar calma”, indicó la dentista pediátrica Mary Hayes, a WebMD.
5. Evita avergonzarlo. Si notas que se chupa el dedo en público, considera alertarlo con una señal especial o una pista privada entre ustedes, concluye la Clínica Mayo.
Recuerda consultar al médico si tienes dudas.
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