Con la llegada del equinoccio de otoño, inauguramos las estaciones más frías, así como la época de las calabazas y divertidas festividades, como Halloween. Pero hay mucho más para conocer sobre este fenómeno celeste. ¡Mira!
1. El día y la noche no duran lo mismo
Aunque el nombre “equinoccio” indicaría que el día y la noche durarían lo mismo (12 horas), éste no es realmente el caso, explica el sitio Mother Nature Network. Como el día comienza cuando el borde superior del sol llega al horizonte, y termina cuando éste se ha puesto totalmente, tendríamos realmente más horas de luz que de oscuridad.
2. Tiene importancia histórica
A lo largo de la historia, las personas han celebrado los solsticios y equinoccios. ¡Y los Mayas especialmente! Construyeron en México su famosa pirámide “El Castillo”, para que una serpiente hecha de luz pareciera deslizarse por los escalones de la construcción, en los equinoccios de otoño y primavera, indica la revista National Geographic.
3. Coincide con las auroras boreales
Como las hojas rojizas y amarillentas de los árboles, el equinoccio de otoño señala el inicio de otro colorido espectáculo: las auroras boreales. Es que, para esta época del año, las tormentas geomagnéticas son aproximadamente más frecuentes que el promedio anual, recopila el sitio Live Science.
4. No ocurre siempre el mismo día
Debido a que le toma a la Tierra 365.25 días dar una vuelta completa alrededor del sol, la fecha en que se produce el equinoccio de otoño puede variar. Por eso, aunque usualmente se produce el 22 o 23 de septiembre, en 1931, por ejemplo, tuvo lugar el 24, agrega el portal.
5. Podría servir como brújula
Los equinoccios de otoño y primavera son los únicos dos momentos del año en que el sol se levanta hacia el este y se extiende en dirección oeste. Por lo que, podrían ayudar a ubicar los puntos cardinales, concluye Mother Nature Network. ¡Ideal para no volver a perderse!
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