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Cuidado al limpiar el extractor de leche: conoce estas nuevas recomendaciones

Después de que una beba enfermara de gravedad, los CDC emitieron nuevas pautas para limpiar el extractor de leche. ¡Infórmate!

Luego de que una beba prematura de Pensilvania contrajera, en abril de 2016, una rara pero potencialmente mortal infección, por consumir leche contaminada con una bacteria (cronobacter), se emitieron nuevas recomendaciones para higienizar el breast pump. Conocerlas, ¡es fundamental!

El extractor de leche, ¿un potencial riesgo?

Muchas mamás podrían haber oído el consejo de refrigerar, entre usos, las partes del breast pump, para evitar tener que lavarlas.

Pero, aunque esto podría estar bien si el extractor no está contaminado, higienizarlo adecuadamente cada vez sería lo más seguro, especialmente para bebés menores de 2 ó 3 meses, nacidos prematuramente o con un sistema inmune débil, advirtió la Dra. Anna Bowen, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a la revista Parents.

Paso a paso, para una correcta limpieza

Para ayudar a las mujeres lactantes, y como los gérmenes pueden desarrollarse rápidamente en la leche materna o los contenedores con residuos de ésta, los CDC difundieron estas nuevas recomendaciones para higienizar el extractor:

1. Antes de cada uso.

Lávate las manos con agua y jabón, por al menos 20 segundos. Inspecciona si el kit del extractor o sus tuberías se han mojado o ensuciado, mientras estuvieron guardados. De estar en buenas condiciones, ensámblalos. Pero, si estuvieran mohosos, descártalos de inmediato.

Si compartes el extractor de leche, además, limpia los botones y la superficie con una toallita desinfectante.

2. Después de cada uso.

• Limpia, primero, el área de bombeo. Luego, separa todas las partes del kit. Aquellas que hayan estado en contacto con el pecho o la leche materna, enjuágalas debajo del grifo. 

• Después del enjuague, lava cada parte del kit, ya sea a mano o en el lavavajillas. Para esto, los CDC indican:

En el caso del lavado a mano: coloca las partes del extractor en una cubeta limpia, que solo se use para lavar ítems de alimentación infantil. Llénala con agua caliente y agrega jabón. Cuando estén sumergidas, higieniza una a una las partes, con un cepillo limpio, reservado para los elementos del bebé. Luego, enjuaga todo bajo el grifo o sumergiéndolos en otro lavado con agua fresca.

Deja que todo se seque al aire. Para ello, coloca todas las partes y elementos utilizados para limpiar el extractor sobre una toalla de papel, ubicada en un lugar protegido del polvo y la suciedad. Evita emplear un paño de cocina, puesto que podría transferir gérmenes al kit.

En el caso de usar el lavavajillas. Si tienes un extractor apto para éste, coloca dentro las piezas desmontadas (si son muy pequeñas, mételas dentro de una bolsa de malla, para que no se atoren en el filtro). Emplea un ciclo de lavado con agua caliente y de secado a altas temperaturas, para eliminar la mayor cantidad de gérmenes.

Con las manos recién lavadas con agua y jabón, remueve el extractor de leche y sus partes del lavavajillas, para almacenarlos. De no estar completamente secos, colócalos primero sobre una toalla de papel.

3. Esteriliza

Al menos una vez al día, y especialmente si tu bebé tiene menos de 3 meses, es prematuro o tiene riesgo de enfermar, desmonta todas las partes del extractor y esterilízalas. Una opción es hervirlas por 5 minutos. Con ayuda de unas pinzas, quítalas del agua caliente y déjalas secar al aire, sobre una toalla de papel, concluyen los CDC. Y recuerda consultar al pediatra, si tienes dudas acerca de estas pautas o la salud de tu pequeño.

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