Comunicarse bien es una habilidad muy importante para el desarrollo de cualquier persona. Y, como sabes, el lenguaje está formado por palabras que aprendemos desde pequeños. ¿Quieres enriquecer el vocabulario de tus hijos? Te contamos cómo hacerlo.
1. No los exijas de más
El profesor Nell Duke, experto de la Universidad de Michigan, recomienda no enseñarle demasiadas palabras al mismo tiempo, según el sitio Parent Toolkit.
¿Cuál es la cantidad perfecta? Se recomienda elegir cinco palabras desconocidas por el niño cada semana. Lo mejor es usarlas con frecuencia en las conversaciones de todos los días.
2. Úsalas tú antes
Antes de incluirla en su vocabulario, un niño debe escuchar la palabra nueva entre cuatro y 12 veces. Por eso, intenta tenerlas en la mente y usarlas en tus conversaciones.
Lo más importante es que necesita oírlas en una variedad de contextos. No temas incluir palabras que ya aprendió con anterioridad en las charlas. La repetición es la mejor manera de que aprenda.
3. Pon ejemplos concretos
Es importante ayudarlo a visualizar las palabras nuevas. Para los sustantivos, muéstrales imágenes en Internet, libros o revistas. Si es un adjetivo, busca objetos que puedan ser descriptos así. En el caso de los verbos, intenta actuarlos, recomienda el sitio antes mencionado.
4. Ver, decir y escribir
Si tu hijo se encuentra con una palabra que no conoce, deletréala para él y haz que la escriba en un papel para que la pueda ver. Es una excelente forma de fijar el conocimiento.
5. Leer, la clave
Empieza leyéndole libros con muchos dibujos y oraciones cortas cuando es pequeño. A medida que crece, incrementa el largo y la dificultad de las historias. Intenta mantenerlo enganchado con la trama y hazle preguntas sobre los personajes y los sucesos, recomienda el sitio Money Crashers.
Aprovecha para enseñarle palabras nuevas que aparezcan en los libros, utilizando las recomendaciones anteriores.
6. El día a día
Aprovecha tus actividades diarias para introducir palabras nuevas en su vocabulario. Por ejemplo, si te acompaña a la tienda, explícale que el pan es considerado un hidrato de carbono y que el pollo es un ave de corral, aconseja el sitio de la revista Parents.
No temas que las explicaciones sean complejas. “Cuando interactúas con tu hijo, no hay razón para embrutecer nada”, explica el médico Paul Holinger en el portal mencionado.
7. Aprovecha sus intereses
Los niños se obsesionan con ciertas cosas. Si le gustan los dinosaurios, explícale qué hace un paleontólogo. Si adora los perros, cuéntale de las diferentes razas. “Cuando hablas de sus intereses conseguirás que se enganche totalmente en la conversación”, cuenta la psicóloga Jenn Berman en Parents.
¿Estás listo para enriquecer el vocabulario de tus niños? Es una gran manera de hacerlos crecer. ¡Adelante!
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