Para los pocos que no hayan escuchado hablar de él, el fidget spinner es un juguete muy de moda actualmente. Se trata de un dispositivo giratorio que se puede rotar utilizando los dedos y, al hacerlo, provee una experiencia sensorial placentera, se indica en Live Science. Niños y adultos enloquecen por el spinner, pero el pequeño juguete podría conllevar algunos riesgos. Descubre cuáles son y cómo evitarlos...
Asfixia
Han habido varios casos de niños que tragaron piezas de sus spinners. Tal fue el caso de Britton, una niña de 10 años residente en Texas, hija de Kelly Rose Joniec. Según Good Housekeeping, la pequeña se tragó una pieza del juguete y debieron operarla para poder quitársela.
Al enterarse de esa historia, otra madre (Johely Morelos) le advirtió a su hijo Cayden de cinco años que tuviera cuidado con el juguete, pero el pequeño lo metió en su boca y también se tragó una pieza. En ese caso, la pieza también debió ser quitada de forma quirúrgica.
Ingenieros del Instituto Good Housekeeping confirmaron que los fidget spinners contienen partes por las que podría considerarse un juguete con riesgo de asfixia para niños menores de tres años, aunque no esté catalogado de esa manera. Por eso, recomiendan evitar que los pequeños menores de esa edad lo utilicen. Además, sería importante estar atento a los niños de tres a seis años, supervisándolos mientras usan el juguete. En cuanto a los mayores, vale la pena tener una conversación para explicarles los posibles peligros.
Daño dental
También han habido casos de niños que se han dañado o roto dientes por jugar con sus spinners, se indica en el sitio Family Education. Para evitar ese riesgo, dile a tu hijo que aunque el juguete cree una agradable brisa, evite usarlo cerca de su boca. Además, si tu pequeño realiza trucos que implican arrojar el spinner hacia arriba, pídele que no supere la altura de sus hombros. De lo contrario, podría golpear contra sus dientes o alguna parte de su rostro.
Como reemplazo
Se ha dicho que el fidget spinner puede ayudar a las personas que sufren de ansiedad, autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, no habría estudios o fundamentos científicos que sostengan esas afirmaciones, según Live Science. Por eso, no sería recomendable utilizar el spinner como reemplazo de la atención de un profesional o de un tratamiento.
No sería necesario evitar el spinner en niños mayores de tres años, pero sí supervisa a tu hijo o adviértele sobre sus riesgos, según la edad que tenga.
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