Especialmente quienes habitan en zonas bajas, pero también aquellos en riesgo de enfrentar desastres naturales, podrían beneficiarse de una póliza de seguro de inundación. Sin embargo, como ocurre con la cobertura médica o la del coche, queda un margen de daños “al descubierto”. Sigue leyendo, y conoce cuáles son los objetos que el seguro no te cubriría.
Seguro de inundación: una decisión clave
“Todas las personas deberían considerar su riesgo de inundación, ya que este tipo de daños es la principal causa de reclamaciones en EEUU”, aseguró Robert Hartwig, consultor del Instituto de Información de Seguros, en la revista Time. De hecho, “El 90% de los desastres naturales implican alguna forma de inundación”, agregó. Pero, ¿qué cubre el seguro?
Lo que cubre, ¡y lo que no!
En general, los daños causados “directamente” por una inundación están cubiertos por la póliza, explica la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Pero, hay una serie de objetos que tienden a quedar excluidos:
• Objetos ubicados fuera de la edificación, como sistemas sépticos, árboles, cercas o piscinas.
• Metales preciosos. También, papel moneda y los certificados de acciones.
• Vehículos y sus partes
Aunque hay ítems del hogar que no cubre, tener una póliza de seguro de inundación podría ahorrarte dinero. Eso sí: antes de contratar una, checa este video:
¡Cuidado con el sótano!
Es importante tener presente que, de hallarse en áreas ubicadas por debajo de la edificación, como sótanos, dejarían de estar cubiertos por las pólizas, según FEMA:
• Coberturas de pisos, como alfombrados y azulejos.
• La mayoría de los bienes personales, como ropa, equipos electrónicos, utensilios de cocina y muebles.
• Cortinas y persianas
• Estantes para libros
De igual modo, entre el contenido cubierto, e incluso optando por la póliza más completa disponible, puede haber topes para ciertos ítems costosos, como joyas y equipos electrónicos, aclara Time. Así, por ejemplo, las obras de arte originales y las pieles suelen cubrirse hasta $2,500, detalla FEMA.
Por último, si decides contratar un seguro de inundación, ten presente que hay un período de 30 días antes de que la póliza entre en vigencia, concluye Time.
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