¿Alguna vez escuchaste hablar de la leucoplasia oral? Es una condición que ocurre en el interior de la boca y, aunque en la mayoría de los casos es inofensiva, puede ser síntoma de algo más grave.
¿Qué es?
La leucoplasia oral es una lesión que causa manchas blancas y gruesas, como llagas, en la lengua, las encías y el interior de las mejillas, explica el sitio Medical News Today. Si bien puede ocurrir en cualquier momento de la vida, es más común en las personas mayores, detalla el portal WebMD.
Aunque no es una condición seria, puede estar relacionada con enfermedades más graves, como cáncer de boca, VIH y virus del papiloma humano (HPV). Por eso, para determinar las causas de la leucoplasia, es necesario realizar una biopsia y otros estudios, según Medical News Today.
¿Cuáles son los síntomas?
La presencia de llagas blancas o grises en el interior de la boca son el signo principal. Como pueden desarrollarse lentamente durante semanas e incluso meses, son gruesas y su textura es áspera, explica WebMD.
Por lo general, las llagas son indoloras. Sin embargo, pueden ser sensibles al tacto, el calor, el picante y otros irritantes.
Las causas
Si bien los expertos todavía no han determinado la razón principal que provoca la leucoplasia, la irritación crónica juega un papel determinante en la mayoría de los casos, cuenta Medical News Today.
¿El motivo más común? Fumar. Estos son otros factores que pueden producirla, según el sitio antes mencionado:
- Condiciones que debilitan el sistema inmune, como los virus del HPV y el VIH, la quimioterapia o una cirugía de órganos.
- Quemaduras frecuentes en la boca con bebidas o alimentos.
- El uso prolongado de productos dentales abrasivos, como blanqueador dental.
- Dientes filosos o brackets.
- Dentaduras postizas mal colocadas.
- El abuso del alcohol.
- Una higiene bucal pobre.
Cómo prevenirla
Estas son algunas formas de ayudar a evitar la leucoplasia y a reducir los factores de riesgo, según los sitios Healthline y Medical News Today:
- Dejar de fumar y/o de masticar tabaco.
- Reducir el consumo de alcohol.
- Comer alimentos ricos en antioxidantes, como espinacas y zanahorias.
- Hacerse controles dentales de rutina.
- Asegurarse de que las dentaduras o los brackets están bien colocados.
- Limpiar las heridas en la boca.
- Evitar quemarse al comer o beber.
- Llevar una dieta saludable y balanceada.
- Practicar sexo seguro.
Recuerda: ante cualquier duda o síntoma de la enfermedad, consulta a un médico.
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