El clima cálido hace que cocinar a la parrilla se vuelva un plan súper tentador, ya sea con tu familia o invitando a amigos. Además de carne, ¿por qué no hacer una parrillada de frutas? ¿O incluir más vegetales? Es muy sencillo y el resultado es delicioso. Checa algunas originales ideas.
Frutas a la parrilla
Desde el sitio de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) se ofrecen algunas originales propuestas para añadir más color a tu parrilla:
- Duraznos. Asarlos resalta sus jugos e intensifica el dulzor, además de agregar un sabor ahumado.
- Sandía. Queda muy bien a la parrilla. Úsala en ensaladas con un chorrito de aceite, pistachos frescos, queso de cabra y sal y pimienta a gusto.
- Piña. Agregarla a la parrilla ayuda a resaltar su dulzura natural, creando así el snack o postre ideal.
- Aguacate. Sí, ¡también puede hacerse a la parrilla! Luego de asarlo añade una pizca de sal, pimienta y un chorrito de aceite. ¡Riquísimo!
- Lechuga romana. Sazona con condimento para carne, aceite de oliva y un poquito de jugo de limón. Queda muy sabrosa.
¿Qué tal aplicar estos consejos en una deliciosa parrillada para el Día del Padre? Te damos algunas ideas para que sea lo más saludable posible:
Tips importantes
Checa algunos puntos clave a tener en cuenta al hacer frutas a la parrilla, provistas por el sitio de Martha Stewart.
- Madura, pero no tanto. Cocina la fruta justo antes de cuando normalmente la comerías. Debería estar levemente firme para no deshacerse en la parrilla.
- Más grande es mejor. Córtala en trozos grandes para evitar que se caiga por la rejilla de la parrilla.
- Elige la grasa o aceite. Pinta la fruta con un aceite neutro o con mantequilla derretida o clarificada sin sal.
- ¡Déjala tranquila! Para obtener el chamuscado perfecto (y las deseadas marcas de la rejilla), cocina la fruta a fuego fuerte durante tres minutos sin moverla ni tocarla. Dala vuelta y sigue cocinando de uno a tres minutos más.
- Usa tu creatividad. La fruta asada no tiene por qué reservarse para el postre. Los duraznos, por ejemplo, quedan muy bien con chuletas de cerdo o pollo.
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