Mil y una veces habrás oído que la actividad física puede ayudarte a prevenir o controlar enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión o problemas cardíacos. Pero, como dicen, del dicho al hecho… Si cada vez que decides hacer ejercicio encuentras montones de excusas para volver a dejar tus sneakers de lado, identifica tus principales barreras, ¡y aprende a superarlas!
1. “No tengo tiempo para ejercitarme media hora al día”
Poner el cuerpo en movimiento es algo que puedes hacer incluso si estás ocupado en otras actividades, asegura el sitio de la Asociación Americana de la Diabetes. ¿Debes ir a la tienda o la oficina? Hazlo en bici. ¿Mirarás una película? Súbete a una caminadora. ¿Cuidarás a tus hijos en el playground? Aprovecha para pasear un poco…
La idea básica: cualquier “hueco” en tu agenda es el ideal para hacer ejercicio. Y recuerda que tres sesiones de 10 minutos son preferibles a renunciar por completo a la actividad física del día.
2. “Nunca tuve una vida activa”
¡Podría no ser tan cierto! El ejercicio físico planificado no es la única manera de estar en actividad. Hacer las tareas del hogar o cortar el césped, por ejemplo, también cuentan, agrega la entidad. Pero, si estás dando tus primeros pasos, elige una actividad que disfrutes y comienza despacio. Con el tiempo, te resultará cada vez más sencilla, y podrás aumentar su intensidad y duración.
¿Estás aburrido de tu rutina de fitness? ¡No pierdas la motivación! Checa este video con consejos de la Asociación Americana de la Diabetes, para no abandonar el ejercicio.
3. “No tengo con quién hacer ejercicio”
Explica a tus familiares y amigos tu interés por la actividad física, y pídeles que te apoyen, recomienda el sitio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Pide a algunos de ellos que te acompañen a hacer ejercicio, u organiza encuentros sociales que impliquen estar en movimiento.
4. “Hay mal tiempo”
¡Evita que el clima te frene! Desarrolla una serie de actividades regulares, a prueba del pronóstico meteorológico. Algunas buenas propuestas son, según los CDC, indoor cycling, danza aeróbica, natación, subir escaleras, pasear por el shopping o ir al gimnasio.
5. “Estoy cansado después del trabajo”
Encuentra un momento del día en que tu energía esté más alta. Podrías hacer algo activo antes del trabajo o durante tu jornada laboral, como caminar media hora en el horario de almuerzo, o ir al gimnasio temprano por la mañana, concluye la Asociación Americana de la Diabetes.
Poner excusas para no moverse es fácil. Superarlas, ¡también! Así que apuesta a la actividad física, para sumar bienestar a tu vida. Eso sí, ¡consulta antes a tu médico!
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