El uso eficiente del lenguaje es clave para expresar lo que necesitamos, sentimos y deseamos. Y, como te podrás imaginar, los niños autistas podrían tener problemas para comunicar estas cosas. Entérate de cómo una terapia lingüística podría romper muchas de esas barreras.
Autismo y lenguaje
Como el autismo es una discapacidad del desarrollo, los niños que lo tienen sufrirían de problemas sociales, comunicacionales y del lenguaje, indica la Asociación Americana del Discurso, el Lenguaje y la Escucha (ASHA, por sus siglas en inglés).
Así, y si bien no todos podrían tendrían los mismos problemas exactos, todos ellos tendrían dificultades de comunicación social. Y eso, podría llevar a otros trastornos del desarrollo del lenguaje, incluyendo dificultades con el vocabulario, gramática, lectura y escritura. Por otro lado, esto podría frustrar a los niños, porque no estarían en condiciones de compartir sus necesidades o deseos.
¿Tu niño está en esta situación? Descubre por qué la terapia lingüística le sería de ayuda.
Terapeutas del lenguaje, una gran ayuda
Los Patólogos del Lenguaje y el Discurso, (SLP por sus siglas en inglés), podrían trabajar con el niño en tu casa, en el aula o en una oficina, en grupo o de forma individual. De todas formas, lo grupal podría permitirle a tu hijo practicar habilidades con otros niños.
El programa iniciaría con una evaluación individual hecha por un SLP para determinar sus aptitudes y desafíos verbales. Además, los patólogos fijarían metas que ayudarán al individuo a comunicarse en modo más útil y funcional, indica el sitio de la organización Autism Speaks.
El SLP ayudará al niño autista a entender, leer, hablar y escribir, y contribuirá a mejorar sus habilidades sociales, señala la ASHA. Incluso, si el pequeño no habla en absoluto. Entre los aportes del terapeuta, podrían encontrarse los siguientes:
- Desarrollo de la atención conjunta.
- Jugar y llevarse bien con otros.
- Entender y usar gestos para comunicarse.
- Seguir instrucciones.
Así, el niño podría aprender a:
- Preguntar y responder preguntas.
- Pedir ayuda.
- Tomar turnos en una conversación.
- Comenzar o deterner una charla.
- Mirar libros y contar historias.
- Escribir cartas, palabras y oraciones.
Incluso, el SLP podría usar la Comunicación Alternativa y Argumentativa (AAC por sus siglas en inglés). Esta técnica incluye:
- Lenguaje de señas.
- Gestos.
- Dibujos, fotos, objetos o videos.
- Palabras escritas.
- Tablets, computadoras y otros dispositivos electrónicos.
Consulta con un médico especialista ante cualquier duda.
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