Es hora de guardar abrigos y botas y sacar la ropa fresca del fondo del clóset. Mientras la ordenas, tal vez descubras que necesitas algunas prendas nuevas: conoce algunos tips para no gastar de más al renovar tu guardarropa de primavera.
Renuévate sin despilfarrar
Para ahorrar no tienes que alejarte por completo de las tiendas, solo tener un plan para sacarle el máximo provecho a tu dinero. Sigue estos simples pasos:
1. Haz un inventario. El primer paso para renovar guardarropa es revisar qué tienes y decidir qué se queda, qué se va y qué necesitas añadir, sugiere Renae Chiovaro, experta en ahorro personal, en Money & Carrer CheatSheet.
2. Usa tu smartphone. Un artículo a menudo es menos costoso online que en la tienda física: asegúrate de revisar la web antes de salir de compras. También suscríbete a las alertas de ofertas por email y busca cupones adicionales en línea. Puedes empezar aquí.
2. Organiza un intercambio. Anima a tus amigos y amigas a limpiar sus armarios también, y luego reúnanse para intercambiar prendas. Trata de reunir mucha gente, así tendrán una gran variedad de tamaños, colores y estilos de ropa para elegir.
3. Compra clásicos de buena calidad. Si compras ropa barata de temporada, terminarás gastando más porque constantemente necesitarás reemplazar las cosas que se desgastan rápido o que pasan de moda pronto. Mejor, compra artículos clásicos (como blusas blancas y skinny jeans) de buena calidad que durarán años y podrás usar una y otra vez.
4. Aprovecha el dinero gratis. Muchos programas de compras en línea ofrecen dinero en efectivo u otros incentivos como cupones o descuentos por cada compra que hagas, señala el blog de ahorro de Kasey Trenum. Puedes revisar algunos de ellos aquí.
5. Aplica la regla del 3. Antes de comprar una prenda, pregúntate: ¿puedes combinarla fácilmente de tres maneras diferentes con lo que ya tienes en tu armario? Si la respuesta es no, tal vez deberías reconsiderar la compra, sugiere la asesora de imagen Hanna Lee en el blog Pure Wow.
6. No cedas a la tentación de los descuentos. Digamos que ves un suéter de diseñador: es de un color que no te gusta y una talla más pequeña de la que usas, ¡pero está de rebaja! Si no tuviera descuento, ¿lo comprarías? Si respondes no, entonces déjalo, aconseja Lee.
Ya lo has visto: ¡no es necesario gastar de más para lucir a la moda!
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