Mientras que parte de tu paso por la universidad puede haber implicado superar la convivencia con un roommate, ya con el título en mano, ¿valdría realmente la pena compartir tu casa? Sigue leyendo y descubre si tener un compañero de piso, podría realmente ayudarte a ahorrar dinero.
Roommate, ¿se busca?
Muchos asumen que tener un compañero para vivir les ahorrará dinero, ya que tendrían con quien dividir las cuentas. Pero, mientras que en muchos casos la regla aplica, en ocasiones, éste no es realmente el caso, asegura el sitio CheatSheet. Por eso, antes de lanzarte a la búsqueda de un roommate, considera primero estas cuestiones:
• Gastos de la renta
Vivir en una ciudad grande puede ser realmente costoso para los jóvenes, con alquileres que pueden oscilar entre $695 y $3,000, aproximadamente, recopila el sitio Business Insider a partir de un informe de la compañía Trulia. Pero, al compartir apartamento, sería posible ahorrar una parte sustancial del salario mensual. En Miami, por ejemplo, los gastos en este rubro podrían reducirse en un 19%, al conseguir un roommate, según dicha fuente.
• Gastos en servicios
Si bien la renta podría reducirse sustancialmente, servicios como la luz, el gas o el agua, que dependen del nivel de consumo, pueden ser algo más “tramposos”. Entonces, si consigues un compañero con conciencia de ahorro, él podría ayudarte a recortar gastos. Pero, si tu nuevo roommate fuera de los que siempre olvidan apagar las luces o el aire acondicionado al salir, podrías acabar con cuentas más abultadas para pagar, alerta CheatSheet.
Eso sí: para los servicios con tarifa fija, como el cable o el servicio de internet, tener alguien con quién dividir la cuenta cada mes podría resultar positivo.
• Los muebles
¡Otro punto complejo! Aunque la “división de bienes” al final de la convivencia podría generar más de un conflicto si decidieran comprarlos a medias, de lograr que cada uno aportara parte del mobiliario, podrías ahorrar algunos billetes a la hora de amoblar el apartamento.
Como ves, aunque no hay reglas fijas a la hora de definir si es o no conveniente para el bolsillo tener un roommate, hay muchas circunstancias en las que, incluso con los vaivenes de la convivencia, podría ayudarte a ahorrar dinero.
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