Con risas que van y vienen, la divertida comida con amigos llegó a su fin. Es hora de dividir la cuenta del restaurante. Pero mientras que casi nadie dudaría en repartir el gasto en comida por partes iguales (¿qué más da si su plato era apenas más costoso? Después de todo, ¡son tus besties!), la cosa podría ser muy diferente si ellos pidieron una bebida alcohólica tras otra, mientras tú te entretenías con algo más soft. ¿Suele pasarte? ¡Apunta estas estrategias!
1. Paga en efectivo, ¡pero sin ser muy meticuloso!
Si no has bebido alcohol, no estás obligado a pagar lo mismo que el resto. Para salir airoso de la situación, una buena estrategia es pagar en efectivo, separando el valor tu comida y dividiendo la propina en partes iguales, sugirió Patricia Napier-Fitzpatrick, experta en etiqueta, consultada por el sitio Business Insider.
Podrías decir algo como: “Aquí hay $20 por mi orden, y el resto para la propina, pero no saquen una calculadora”, ilustró la especialista.
2. Pide cuentas separadas, desde el inicio de la comida
Según Jodi R.R. Smith, experta en etiqueta entrevistada por la revista Forbes, de hacerlo al final, cuando todas las órdenes estén ya en el sistema del restaurante, la camarera podría disgustarse. Pero, si lo pides ni bien llegan, sería más fácil.
3. Pregunta a tus amigos cómo querrían pagar la cuenta
Introducir esta pregunta cuando llega la cuenta, permite a tus amigos saber que no estás muy interesado en dividirla en partes iguales, dándoles a entender que preferirías que cada uno se haga cargo de su comida, explica el sitio Money Crashers.
Ya ves: salir a comer con amigos no tiene por qué acabar en un momento incómodo, incluso si ellos optaron por disfrutar caras bebidas alcohólicas, mientras tú te apegaste a alternativas más económicas.
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