Seguro te has preparado para tener un hijo con un presupuesto bien armado y los ahorros necesarios. Pero, ¿has considerado los gastos inesperados y los imprevistos? Aquí tienes 6 para tener en cuenta:
Conveniencia
Si pasas horas recortando cupones o comparas el precio de cada producto que adquieres en la tienda para conseguir la mejor oferta, un hijo podría cambiar eso rápidamente. "Siempre intento buscar el mejor precio. Pero cuando estás falto de sueño y tienes un bebé llorando en casa, simplemente compras lo que sea que necesites en el lugar más conveniente", explica Andrew Key, del sitio Living Rich Cheaply, en diálogo con Business Insider. Por supuesto, eso significa resignar a los productos con precios más bajos, a cambio de resolver rápidamente el problema.
Biberones
"Nadie habla del tema, pero a veces los bebés no quieren beber del biberón", advierte Key. Ese fue su caso con su hijo, por lo que junto a su esposa debieron comprar muchos biberones diferentes hasta dar con uno que le gustó.
Ropa
Aunque seguro tengas en cuenta este gasto, puede que no sepas realmente cuán rápido crecen los bebés. "Ni siquiera llega a usar la mayoría de las prendas. Si lo hace, pareciera que solo las usa una o dos veces", dice Anna Newell Jones, del sitio And Then We Saved, al hablar sobre su hijo con Business Insider.
Servicios
¿Quién hubiera dicho que un pequeño bebé puede hacer que pagues el doble por la electricidad o el agua? Desde mantener tu casa a la temperatura adecuada constantemente, hasta usar la lavadora y el lavavajillas mucho más seguido, todos esos pequeños cambios suman, se indica desde el sitio Baby Center.
Leche maternizada
Puede que tu plan sea amamantar a tu hijo durante bastante tiempo, pero muchas mujeres tienen problemas para dar el pecho. Así, podrías tener que comprar leche de fórmula para alimentarlo, se advierte en el mismo portal.
Faltar al trabajo
Tal vez sepas que deberás tomarte una licencia por maternidad luego del nacimiento de tu bebé. Y si eres freelance, ¡esto podría reducir o hasta suprimir tus ingresos por un tiempo considerable!
Además, una vez que te reincorpores a la oficina, tu hijo podría enfermarse (de cosas comunes como conjuntivitis o una infección del oído), quien lo cuide podría no estar disponible, o podría surgir alguna otra emergencia. Esto podría generar que tengas que faltar al trabajo de forma no prevista y, en algunos casos, perder la porción de salario correspondiente a ese tiempo. Eso dependerá de la empresa en la que trabajes y de las leyes de tu estado, como describe el blog On Your Own.
Ahora que conoces estos gastos inesperados, ¡es hora de seguir ahorrando!
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