El Museo de Arte Moderno (MoMA), en Nueva York, es el hogar de algunas de las mayores obras de arte de nuestro tiempo. Allí conviven Salvador Dalí, Henri Matisse, Claude Monet, Pablo Picasso, Frida Kahlo, entre tantísimos grandes artistas. No es de extrañar, entonces, que proteger del polvo a tan preciadas piezas, sea una prioridad. ¿Quieres saber cómo lo logran? ¡Te sorprenderás!
Un método increíble
Con una colección que incluye más de 200 mil obras de arte, los curadores del MoMA tienen un gran trabajo por delante: proteger del polvo a piezas invaluables. Para ello, cuentan con una herramienta muy efectiva: ¡su propia saliva!
La sorprendente revelación llegó como parte de una nueva audioguía del museo, “Dust Gathering”, producida por la artista Nina Katchadourian, enfocada en el polvo, cuenta The New York Times.
¿Cómo se limpia una obra de arte con saliva?
"Primero, pasamos un bastoncillo con saliva y luego otro seco, para retirar la suciedad", explicó Anny Aviram, que tiene más de 40 años de experiencia en el MoMA, según recopila el sitio Infobae, a partir de datos de la agencia EFE.
Hay que reconocer también que se trata de un proceso lento y que requiere de precisión. "No a todas horas la saliva es válida para el trabajo; depende de cosas como qué has comido. Además, no puedes estar todo el día limpiando con ella, pues se te acaba", puntualizó la experta, quien dedicó meses a quitar el polvo de esta forma a, por lo menos, tres cuadros de Picasso.
¡La ciencia lo avala!
Aunque suene sorprendente y poco ortodoxo, el uso de la saliva como método para limpiar las superficies polvorientas no es una novedad, y tiene fundamentos científicos, asegura un estudio publicado en la revista del Instituto Internacional para la Conservación de Trabajos Históricos y Artísticos.
¿Por qué es efectiva la saliva? Su poder limpiador se debería a que contiene una enzima (amilasa) que, en nuestro cuerpo, participa de la digestión de los carbohidratos. Es decir, contribuye a hacer más pequeñas las partículas.
La mejor parte es “no genera daños sobre las pinturas o sus soportes”, concluyeron los curadores consultados, según escribieron los autores del estudio.
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