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Cómo puedes mejorar la comunicación con un adolescente, en 6 pasos

Compartir sus intereses y otras estrategias cotidianas, para mejorar la comunicación con el adolescente de la casa.

Tus hijos adolescentes están atravesando muchos cambios: en su cuerpo, en su lugar en la familia, en su personalidad... No sería extraño, entonces, que la comunicación con ellos deje de ser tan fluida como antes. ¿Quieres "conectar" con tus teens? Ensaya estas sencillas propuestas.

1. Ofréceles independencia

Dejando que tus hijos ejerciten su propio juicio y sean ellos mismos, podrán afianzar su independencia sin tener que excluirte. También, minimiza tus consejos. Sin importar cuán buenos sean, tus hijos podrían sentir que les impides resolver sus propios problemas, explica la psicóloga Laura Markham, en el sitio Aha! Parenting.

2. Recibe bien a sus amigos

¿Quieres que pasen tiempo en casa? Ten disponibles snacks y dales la bienvenida a sus amigos con una sonrisa aunque lleguen inesperadamente, propone la experta.

3. Comparte sus intereses

Sin importar sus gustos o hobbies, ¡vuélvelos también los tuyos! ¿Les gusta el deporte? Sigue a su equipo. ¿La música? Mantente al día con los últimos lanzamientos o conciertos. Manejar los temas que los apasionan facilita la conversación, asegura el sitio Family Education.

4. Háblales de su infancia

Compartir tus recuerdos de anécdotas simpáticas, dulces y hasta exasperantes de su crianza, hará que se sientan conectados con la historia familiar. Sabrán que “pertenecen” a ese hogar, refiere el sitio de la revista Today's Parents.

5. Conversen mientras trabajan juntos

Mantener el contacto visual y hablar cara a cara puede ser incómodo para tus teens. ¿Están haciendo juntos las tareas del hogar? ¿Reparando algo? Aprovechen para charlar, agrega Family Education. Verás que tener las manos ocupadas podría volverlos más conversadores.

6. Comparte anécdotas de tu adolescencia

Contarles de cuando eras joven podría hacer que te vieran más como una persona y menos como "mi mamá o papá". Aunque deberías evitar temas peligrosos o ilegales, compartir algunas de tus aventuras o traspiés podría motivarlos a confesarte algunos de los suyos. Pero limítate a escuchar, ¡y no termines dándoles un sermón!

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