Sufrir de infecciones urinarias puede ser verdaderamente molesto, ya que suelen ser dolorosas e incómodas, e incluso, agravarse. Conoce cómo se desarrollan, además de cómo ayudar a prevenirlas con simples métodos naturales.
Qué sucede cuando las tienes
Por empezar, debes saber que las infecciones del tracto urinario (UTI por sus siglas en inglés), comenzarían al final del mismo. La uretra, un tubo de solo 5 centímetros de largo (1.9 pulgadas), lleva la orina desde tu vejiga hacia el exterior de tu cuerpo. El problema comenzaría cuando una bacteria gastrointestinal (en muchos casos la del tipo Escherichia coli) se adhiere a las paredes de la uretra y comienza a multiplicarse, llevándote a una infección.
Y entonces comienzas a sentir una sensación de quemazón cuando orinas, junto con ganas irrefrenables de hacerlo aunque en verdad no tengas que. Asimismo, puedes sentir presión sobre tu hueso púbico o tu recto. Si la infección se va más allá, hacia la vejiga o incluso más lejos, hasta los riñones, el problema podría agravarse, como se indica desde la revista Best Health.
Por eso, ¡mejor prevenir!
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Los básicos de la prevención
Estas medidas compartidas por el profesor de medicina clínica Andrew Weil, en la revista Prevention, ayudarían a mantener alejada a cualquier UTI:
Ve al baño cuando debas ir. Mientras la orina se queda en tu vejiga, el líquido comenzaría a enturbiarse, generando el ambiente preferido de las bacterias. Ve al baño cada 4 a 6 horas y más seguido, si eres propenso a tener estas infecciones.
Límpiate desde adelante hacia atrás. ¡Nunca al revés!
Evita los productos de higiene femenina como duchas vaginales y desodorantes en spray para tus zonas íntimas.
Ve al baño siempre después de tener relaciones sexuales, ya que estas pueden irritar la uretra y exponerla a las bacterias.
Bebe muchísima agua cada día para eliminar las toxinas de tu organismo.
Usa ropa interior que “respire”. Las prendas demasiado ajustadas podrían crear un área húmeda que ayuda a desarrollar bacterias. Mejor, opta por prendas 100% algodón.
Cámbiate por prendas secas ¡inmediatamente!, ya que sentarte un par de horas con ropa íntima húmeda podría favorecer la aparición de estas molestas infecciones.
Consume más arándanos. Ya sea como zumo o píldoras de suplementos, podrían prevenir las infecciones, ya que evitarían que las bacterias que las causan se adhieran a las paredes de la vejiga, como aconseja la revista mencionada. Puedes beber unas 8 a 16 onzas (235 a 473 ml) por día de zumo de este fruto sin endulzar, por ejemplo.
Y más probióticos. Es decir, bacterias “buenas” como las que puedes encontrar en el yogur.
No olvides la Vitamina C. Este ingrediente podría ayudar a acidificar tu orina y cambiar su pH, reduciendo las probabilidades de que las bacterias sobrevivan en ella, como aconseja la médica Shilpi Agarwal, experta en medicina familiar y holística, a la revista Everyday Health.
Y olvídate de las bebidas y comidas azucaradas si tienes tendencia a tener este tipo de infecciones, así como del café, el té, y el alcohol, ya que irritarían tu vejiga, aumentando tu riesgo.
De todas formas, consulta con un médico antes de introducir cambios en tus hábitos o alimentación.
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